Nunca falta quien dice que buscarte es un proceso tormentosos y apabullante, ¡oh felicidad!, ¿porque te complicas tanto en aparecer?, ¿porque es tan difícil conseguirte?, eres como la bonita sin pareja en el antro, todos sueñan con tenerte pero nadie se atreve a siquiera sostenerte la mirada.
Pinche felicidad, estas sobrevalorada.
Alguna vez leí en la pared de una amiga "la felicidad es un camino, no un destino", esa es una de las cosas más ciertas que he visto/escuchado/leído en toda mi vida. Por experiencia se que la mayor parte de las personas que creen no ser felices es porque no se han dado cuenta que lo son, viven poco agradecidas con lo que esta vida les regala, que simplemente es un día nuevo, como un lienzo en blanco, con el que pueden hacer completamente lo que quieran.
Se vive pensando en que en algún punto de nuestra existencia seremos felices, pero ¿han definido su felicidad algún día?, ¿es dinero?, ¿éxito?, ¿amor de una pareja?...
La felicidad, pienso yo, es más un estado permanente de gozar la vida, la felicidad es el conjunto de sensaciones y estímulos que percibimos todo el tiempo y que construyen nuestra vida, incluso un herida física produce una sensación que es parte de nuestra existencia.
Me gusta dejar que la vida me regale mi día a día, aprovechar y propiciar los estímulos, potencializar las sensaciones de cada minuto, probar los detalles que le dan sabor a la existencia, reír con bagatelas e incluso sentir dolor.
En mi maleta me acompaña un frasco de burbujas, para soplar cuando el viento es débil e imaginar que vuelo con ellas, suspiro y recuerdo que así de fácil es la felicidad, así que cuando pongas un pie fuera de la cama por favor disfruta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario